Christy Najarro Guzmán *
El horror del mundo amputó mi lengua, en medio de un desierto cubierto de espectros murmurantes. El cielo anuncia una lluvia que no llega. No lloro, parece que las lágrimas se me secaron o se gastaron, mojando las palabras que estrangulan mi garganta.
Documentos
En el vacío de la espera.
Papelitos burocráticos de mi existencia
Pulso
Par-ti-da
Ida
En el silencio de este cigarro Que pretende resistir al tiempo
Estoy en medio de un gran salón, al centro de una casa que hacía mucho no recibía
forasteros. Corro. Abro habitaciones. Las busco. Abro la boca, un hilo sonoro se hace cuerpo, pero no lo reconozco.
Silencio. Muertos, infectados, recuperados.
Estadísticas que nos roban los nombres. Números que no cuentan a los sin techo.
Ruido.
Mensajes por responder.
La noticia que no leí.
La conferencia que no vi.
El live que dejé para después.
Mensajes por responder me recuerdan que no llamo, no te escribo… no te busco. Pero,
¿qué te puedo decir? ¿qué te pregunto? Si la banalidad de mi fracaso no responde al
desafío. Una sonrisa fingida dibuja una mueca frente al espejo
Palabras.
No puedo unir los fonemas del terror.
Una pareja se refugia en la plaza frente a mi balcón Y yo aquí, preocupada con mis palabras.






